Redacción Revista CG
Jueves 18 de octubre de 2024.- “Nunca tuve evidencia verificable que lo involucrara con actividades ilícitas, ni tampoco recibí información en ese sentido”, con esas palabras, el expresidente de México, el panista Felipe Calderón Hinojosa, se deslinda de quien fuera uno de sus hombres más fuertes durante su sexenio, su exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna, sentenciado este miércoles a 38 años de prisión por narcotráfico.
“Soy partidario de que quien infrinja la ley debe asumir las consecuencias de sus actos”, dijo a través de un largo mensaje que difundió a través de sus redes sociales, horas después de que se conociera la sentencia de García Luna en Estados Unidos.
La lucha por la seguridad en México durante su gobierno, “era tarea de un equipo, no de una sola persona”, así lo dijo al justificar su modelo de seguridad para enfrentar al crimen organizado. “Mi política de seguridad tuvo aciertos y errores”, pero “cuando dejé el gobierno, el Estado avanzaba, y el crimen organizado retrocedía”.
En un tono conciliador, Calderón Hinojosa manifestó que ante los criminales “yo decidí luchar”, al tiempo que decidió enviarle un mensaje al nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum:
“El nuevo gobierno tiene la oportunidad de actuar eficazmente en defensa de las familias mexicanas”. “Ojalá pueda convocar a una verdadera Política de Estado en materia de seguridad y justicia”.
Aquí su mensaje íntegro que difundió en redes sociales:
“Enfrentar al crimen organizado como Presidente de México fue una de las decisiones más difíciles de mi vida. Pero lo volvería a hacer, porque es lo correcto. El verdadero enemigo de nuestro país es el crimen organizado, que secuestra, extorsiona y mata ciudadanos, especialmente a nuestros jóvenes”.
“Mi política de seguridad tuvo aciertos y errores. Enfrentamos a un enemigo poderoso que busca la Captura del Estado, es decir, controlar territorios por la fuerza, apoderarse de instituciones, corromper funcionarios y dividir y atemorizar a la sociedad. A pesar de todo, en 2012, cuando dejé el gobierno, el Estado avanzaba, y el crimen organizado retrocedía”.
“Sobre el caso García Luna, señalo: 1) Nunca tuve evidencia verificable que lo involucrara con actividades ilícitas, ni tampoco recibí información en ese sentido de agencias de inteligencia, mexicanas o extranjeras, que entonces confiaban en él e interactuaban con él”.
“2) No he tenido acceso a las evidencias ni a los testimonios que se presentaron en el juicio, pero soy hombre de leyes y respeto la acción de de los tribunales. Asumo que han actuado conforme a su leal saber y entender. Por lo mismo, soy partidario de que quien infrinja la ley debe asumir las consecuencias de sus actos”.
“3) La lucha por la seguridad de los mexicanos no era responsabilidad de una sola persona sino de TODO UN EQUIPO DE GOBIERNO que combatió al crimen con toda la fuerza del Estado”.
“4) Este caso no demerita la lucha valiente que dieron miles de mujeres y hombres DEFENDER A MEXICO DE SU VERDADERO ENEMIGO, EL CRIMEN ORGANIZADO, aún a riesgo de su propia vida”.
“Han pasado ya 12 años desde que dejé el gobierno. La sociedad hará su balance y comparará lo que hice yo y lo que hicieron los gobiernos posteriores al mío, y verá con sus propios ojos si el crimen hoy avanza o retrocede. Para mí, un presidente solo tiene dos opciones ante el odio y la maldad de los criminales: luchar o abdicar. Yo elegí luchar, a pesar de todo, porque era y es lo correcto legal, moral y políticamente”.
“Abdicar frente al crimen significa abandonar a las personas y a las familias a su suerte, frente a un enemigo poderoso y perverso, dejándolas en manos de criminales. Luchar significa cumplir dos responsabilidades básicas de todo Estado: proteger a la gente y hacer que se cumpla la ley”.
“¿Qué ha hecho falta para derrotar al verdadero enemigo de México, que es el crimen organizado? Esta es una pregunta relevante para todos, y especialmente para los jóvenes. Pienso que nos ha hecho falta unidad de propósito. Un país dividido, polarizado, peleado internamente, puede ser derrotado. Un país unido puede luchar y prevalecer. Yo quiero que México luche y gane unido”.
“El nuevo gobierno tiene la oportunidad de actuar eficazmente en defensa de las familias mexicanas. Puede fortalecer lo que se haya hecho bien, y corregir lo que se tenga que corregir, tanto de mi gobierno como de los que me sucedieron. Ojalá pueda convocar a una verdadera Política de Estado en materia de seguridad y justicia que, más allá de la polarización política, sume los esfuerzos de todos para derrotar al verdadero enemigo de México”.