En marzo, supuestos criminales “levantaron” a Jaime Barrera, conductor de Televisa Guadalajara, y lo mantuvieron en cautiverio por 36 horas. Después, alguien patrocinó una campaña de desprestigio donde se le señalaba de haber fingido su secuestro. Alfaro siempre negó que ese hecho fuera un plagio. Recientemente, el pasado miércoles en El Informador, desde su columna “Radar”, el propio Jaime hizo alusión a los desencuentros de Alfaro con los medios y denuncia que en carne propia ha sufrido los abusos del poder y “no en uno, sino en varios medios”. La amenaza del despido, del retiro de publicidad o ataques directos en videos contra medios o periodistas que publican versiones que le incomodan, marcaron el inicio del gobierno alfarista y marcan sus últimos días, dice Barrera.