Desde El Búnker
Alberto Osorio
Lunes 02 de junio de 2025.- El seis de diciembre de 2024, cuando Lemus acababa de rendir protesta como gobernador y después de enfrentar una impugnación ante el supuesto fraude cometido por Movimiento Ciudadano y de vivir el desaire presidencial -como presunto ganador-, Pablo anunciaba con bombo y platillo que se iba a convertir en uno de los gobernadores consentidos de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Con el paso del tiempo queda en claro que lo de Lemus era sólo una valentonada hueca ante los marcados desaires de la representante del Ejecutivo Federal, quien -en su momento- se negó a recibirlo o a reconocer su triunfo hasta que primero lo hicieron los tribunales.
Hoy queda claro que Pablo Lemus trae un permanente divorcio entre sus actos y sus palabras y su equipo de propaganda no le alcanza para enmendarle la plana.
Veamos algunos ejemplos: En materia de seguridad prometió que en mes y medio pacificaría Teocaltiche y en lugar de lograr ese objetivo, los asesinatos contra funcionarios de primer nivel en ese municipio aumentan.
El último crimen de alto impacto corrió contra Cecilia Ruvalcaba, la excandidata de MC y regidora en el ayuntamiento y en la narrativa oficial se les olvidó a Lemus que Cecilia había sido la abanderada naranja en Teocaltiche. Antes ya habían acribillado al secretario y al jefe de la policía en ese mismo lugar.
En unos días más se vencerá ese plazo y el desplazamiento de familias de ese municipio se mantiene ante la guerra entre grupos criminales.
En el caso del llamado rancho Izaguirre en Teuchitlán, a las autoridades federales les queda claro que la administración de Lemus podría encubrir verdades que solas salen a relucir, cadenas de complicidades o negligencias amarradas por funcionario o personajes de MC con delincuentes, desde la pasada administración.
Esto se observa con el alcalde José Ascensión Murguía, también de extracción emecista, quien fue detenido y acusado por autoridades federales de su relación con los delincuentes que operaban ese rancho Izaguirre reconocido por colectivos de búsqueda de personas como un centro de adiestramiento para nuevos sicarios y citado por muchos como un lugar de exterminio.
Apenas se dio ese hecho de su captura y Lemus olvidó o quiso no recordar la visita que en campaña le realizaba a su amigo “Pepe” Murguía. Ahora se sabe que un sobrino y un hermano del detenido están involucrados en una poderosa banda de huachicoleros que operan en el ámbito internacional.
Es obvio que en el caso Izaguirre, el gobierno de Jalisco desde la pasada administración, lejos de llevar a cabo una meticulosa investigación sobre los responsables de la operación de ese campo de entrenamiento de nuevos sicarios y sus conectes con el ámbito político, prefirieron dejar pasar todo y olvidarse del caso hasta que les “tronó” en las manos en marzo pasado.
El Izaguirre Ranch por desgracia es sólo un eslabón en la accidentada agenda local para atender el tema de los 15 mil desaparecidos en Jalisco. Es este tema, otro que pone al gobierno de Lemus más lejos de la simpatía de la doctora Sheinbaum y más cerca de la complicidad o de la negligencia de la pasada administración de Enrique Alfaro, un personaje que siempre vivió peleado con la federación.
Lemus actúa como “la chimoltrufia”, dice una cosa, pero hace otra. En los hechos actúa en contrasentido de la agenda que encabeza la presidenta de México y la mejor prueba fue este domingo 1 de junio.
Mientras Claudia Sheinbaum promovía y resaltaba la elección constitucional del Poder Judicial y acudía a las urnas para incentivar la participación de los ciudadanos, en Jalisco el gobernador Pablo Lemus encabezaba la lista de los liderazgos políticos y sociales que, con su ausencia en las urnas o con sus declaraciones, rechazaban el proceso de una elección histórica para el país y para el mundo.
Sin agenda pública, el gobernador nunca notificó de su participación en los comicios por la sencilla razón de que nunca acudió a votar.
Acostumbrado a lucir siempre como un rockstar, Lemus jamás pierde la ocasión para aparecer en la foto como el gran protagonista de cualquier tipo de historia que beneficia su imagen y su ego, pero el domingo primero, Lemus prefirió irse a El Grullo, en medio del escándalo por la adquisición de vehículos de lujo marca Tesla para labores de vigilancia, por cierto una acción que pasa por encima de la noción de austeridad y que busca sólo la apariencia con miras al mundial de futbol que se avecina.
Si ya se veía venir con todos estos antecedentes en sus primeros seis meses de gobierno, queda claro que con el marcado desaire de no votar en la elección judicial este domingo 01 de junio, Lemus no es y no será el consentido de la presidenta Sheinbaum.
