Maestros jubilados o trabajadores de la burocracia que entregaron sus mejores años al servicio de la sociedad, hoy sufren el pésimo servicio médico de Pensiones del Estado. Esperan para una cirugía hasta 5 o 6 meses, para después escuchar que se debe reprogramar. El colmo es que el propio personal técnico y médico reconoce ante los pacientes, que tienen que trabajar en nuevos y modernos edificios, pero sin aparatos o con una marcada falta de personal.