Desde El Búnker
Martes 24 junio de 2025.- Lemus apenas cumple seis meses en la gubernatura y ya saca a relucir el rancio gesto de los naranjas empoderados y la actitud feroz de rechazo a la crítica que impuso el exgobernador Enrique Alfaro, quien siempre se mostró agresivo contra la prensa y los reporteros cuando se les cuestionaban temas incómodos, en lo que bien podemos considerar el “estilo Jalisco” de gobernar.
El pasado fin de semana la imagen de una Cybertruck, la patrulla insignia de la propuesta para fortalecer la seguridad, se ponchó en los rumbos de Tapalpa y la tuvieron que regresar a Guadalajara trepada en una grúa para ser reparada.
Quizás los ciudadanos de a pie no están acostumbrados a conocer de las exquisiteces que requieren esas unidades de lujo metidas al servicio de la seguridad, pero vale la pregunta: ¿Qué tipo de vehículo y para qué sirven aquellos carros que se les debe mandar la grúa porque se ponchó una llanta? ¿A caso no incluía llanta de refacción? y ¿cuánto cuesta una llantita para una Cybertruck?
El principio filosófico de los tiangueros para hacer la vida y atender sus negocios a bordo de sus guerreras camionetas de los 80’s o los 90’s (y que por cierto no son verificables para el gobierno de Jalisco) , saben que nadie puede regresar a casa sin su unidad; que nadie queda varado por una ponchadura y el extremo que lleva a la carcajada, nadie llama a la grúa porque se tronó una llanta.
Cualquiera diría, “bueno si se tronó una llanta y si fue necesario regresarla en grúa, a ti que te importa”, pero ese es el problema principal. Da la casualidad que todo lo que pasa con las Cybertruck, sí le importa a los jaliscienses que pagan sus impuestos y que ahora son derrochados en un capricho de un gobernador que antes fue dirigente del sindicato de patrones, la Coparmex.
Dice Pablo Lemus en su afán de parar la carrilla en redes y los cuestionamientos, responde con un discurso “tronado” y lejano a la autocrítica marcado por sus errores y sus excesos: “El mundo discutiendo sobre la tercera guerra mundial, y aquí, sobre una ponchadura de una llanta”.
Lo que le molestó a Pablo fue que la foto de su súper-patrulla con una llanta reventada y trepada a la grúa marcó tendencia en redes sociales y que la crítica de los ciudadanos es apenas un indicio del descontento social por la inseguridad y las ocurrencias y los gastos fastuosos para tratar de responder a la inseguridad que él mismo reconoce como uno de los principales problemas de su gestión.