Hasta después de que su equipo y su secretario de Gobierno, Salvador Zamora hacen el ridículo por lo mal organizado y el intento de exclusión de medios de comunicación y otras personalidades al evento del perdón a una familia de desaparecidos que ordenó la CNDH, por fin da voz Pablo Lemus. Con el reclamo y la crítica de por medio, se dice dispuesto a ser él quien pida disculpas públicas. ¿Por qué hasta ahora se acuerda de su facultad como gobernador, para ser él quien encabece una ceremonia tan importante como esta? ¿Por qué desde un inicio no buscó personalmente presidir el evento? ¿A caso le cuesta reconocer que Jalisco es el primer lugar del país en desaparecidos? Tuvo la oportunidad de reivindicarse y la dejó ir.

