Desde El Búnker
Alberto Osorio
Lunes 23 de junio de 2025.- Ahora que el exgobernador Enrique Alfaro Ramírez presume sus ganas por dirigir al equipo de Chivas y exhibe el master logrado en Club Real Madrid, de España, en donde vive una especie de autoexilio, vale la pena recordar:
Fernanda y Alex se casaron el 22 de junio del año 2019, y apenas iban a cumplir 24 horas de su matrimonio cuando el futbolista Joao Maleck mató a los dos jóvenes de manera imprudencial. Maleck viajaba a bordo de un carro Ford, Mustang deportivo y conducía bajo los efectos del alcohol al momento en que impactó y arroyó a un Chevrolet, Aveo color plata, en el que se trasladaba la feliz pareja que iba con rumbo a un salón de belleza y prepararse para recepción y la fiesta que se celebraría en el salón Villa Fontana, pero que finalmente nunca se realizó.
Los hechos ocurrieron en el cruce de Tepeyac y Playa de Hornos el 23 de junio, al filo de las 9 de la mañana.
Este lunes 23 de junio se cumplen 6 años de ese trágico acontecimiento que a la postre se convirtieron en un caso emblemático que viene a demostrar la corrupción en Jalisco y capacidad de abogados y representantes del Poder Judicial para torcer la ley, evadir la aplicación de la justicia y llegar al punto de pisotear todas las evidencias en contra de Joao Maleck.
Por paradójico que parezca, por poco y la pareja muerta casi termina siendo la culpable de la tragedia por haberse puesto en el camino del conductor que después demostró, junto con sus abogados, su capacidad de influencia y el cinismo para comprar su libertad.
Después de un rato de estar en la cárcel, el 9 de noviembre de 2021, un juzgado penal le concede a Joao Maleck continuar su sentencia judicial por la muerte imprudencial de los dos jóvenes-, pero en libertad.
Es por ello que cada 23 de junio la familia de Fernanda se da tiempo para honrar la memoria del fallecido matrimonio y para decirle a la sociedad, que en Jalisco la justicia está de luto, tras el hecho ocurrido durante la administración del exgobernador Enrique Alfaro Ramírez, a quien acusan de haber puesto a un excuñado, Rafael Martínez Ramírez, para controlar el Poder Judicial y distribuir los juicios a partir de los intereses económicos y caprichos políticos.
¿Eso será acaso la justicia naranja al estilo Jalisco?