Jorge Montoya
Exregidor Tlaquepaque
Lunes 26 de mayo de 2025.- La muerte de Toño Álvarez duele y sorprende a quienes lo conocimos y compartimos algo de sus sueños y sus ganas de ver un México más justo. Pero la vida se le acabó en un instante.
Hace apenas unas semanas nos encontramos en uno de los cafés ubicados frente al Parián de San Pedro; se le veía bien, tranquilo y alegre. Tiempo antes nos había solicitado incorporarse a un equipo de futbol en donde participan personas de diferente filiación política. Su nombre completo era José Antonio Álvarez Hernández.
“Toño”, como le decían sus amigos, era una buena persona a quien le gustaba hacer comunidad y buscar el bien común, ese que se cansó de buscar en el PAN.
Era un convencido panista, pero reconvertido a Morena luego de distanciarse de su partido por las cosas que no le gustaron y de conocer los errores y excesos de Movimiento Ciudadano, al menos en el caso del municipio de San Pedro Tlaquepaque, en donde tronó contra las actitudes caciquiles de algunos de sus liderazgos en la villa alfarera.
Toño era abogado, político y panista por devoción. Fue presidente del PAN en San Pedro Tlaquepaque, diputado federal y presidente municipal de la villa alfarera del 2000-2003, cuando el panismo vivía su auge en Jalisco.
Procedente del Estado de México, donde en poco tiempo se convirtió dirigente estatal del PAN de aquella entidad, también trabajó en un juzgado, además de mantener sus actividades como jefe de familia. Él permaneció casi tres periodos de gobiernos estatales al frente del PAN en aquella entidad.
Nunca se desentendió de la actividad política del municipio que le tocó gobernar en Jalisco y siempre se mantuvo atento a los procesos electorales locales. En efecto, en las últimas fechas apoyó las opciones partidistas para ayudar a terminar con el cacicazgo naranja que encabezaba la expresidenta municipal María Elena Limón, quien antes había colaborado con los gobiernos panistas, incluso fue colaboradora de Antonio Álvarez cuando Toño estuvo como alcalde.
Entre sus actividades empresariales fue socio y dueño de una lavandería y además participó en la promoción y apertura de varios de estos negocios para limpieza y lavado de ropa.
Si bien en el Edomex fue dirigente del PAN, por acá (en Tlaquepaque) cambió de filiación y de manera abierta estuvo apoyando a los candidatos de Morena, particularmente a su amigo y hoy diputado federal Alberto Maldonado Chavarín, con quien trabó una prolongada amistad de colaboración y aprecio.
Producto de esa participación en las campañas locales y gracias al trabajo del equipo de Toño Álvarez, finalmente en Tlaquepaque, Morena gana las diputaciones locales y federal y la presidencia municipal.
Por ese apoyo para lograr la victoria y al de muchos otros equipos de trabajo, Toño Álvarez es invitado a trabajar en el gobierno de Laura Imelda Pérez Segura, donde al momento de su deceso se encontraba colaborando en la Dirección de Desarrollo Económico Municipal, liderado por el expanista y exemecista David García.
Que todo mundo lo sepa: Toño Álvarez siempre conservó un estilo de vida discreto, sin dispendios, lujos, ni despilfarros; era una persona humilde, de orígenes populares y siempre cuidó mantenerse así, sencillo y humilde. Socialmente era muy activo y le gustaba apoyar las actividades de la iglesia, de ahí su gusto y participación en los coros juveniles. De hecho, en la parroquia de Rancho Blanco formó parte del coro juvenil y a él mismo le gustaba tocar el violín y era amante del futbol, por eso buscó formar parte del equipo de futbol llamado “Los Muchachitos”. Recuerdo que en el último partido que nos tocaba enfrentar me comentaste que no te sentías bien y que irías al médico, pero sin saber que el malestar era cáncer desbordado.
¿Cómo olvidarte Toño? ¿Cómo no recordar que eras uno de los principales promotores de serenatas y mañanitas que llevábamos a las madres el 10 de mayo?
Descansa en paz, querido Toño.
En el equipo de “Los Muchachitos” te vamos a extrañar.
Jorge Montoya