Redacción Revista CG
Lunes 02 de junio de 2025.- En medio de millonarias campañas de desprestigio, permitidas por los árbitros electorales; de la falta de una campaña informativa certera por parte de la autoridad, el INE y del desaire de actores públicos y religiosos, la elección al Poder Judicial Federal, fue legal, pero marcada por el desaire al votar apenas el 13 por ciento de los electores del país, según datos del INE.
Con todas las casillas instaladas (4,989), en Jalisco el proceso histórico de este domingo para elegir ministros, jueces y magistrados al Poder Judicial Federal, se realizó con poca afluencia y con una manifestación de los detractores que llegó al centro de Guadalajara en contra de este proceso.
Tampoco votaron actores públicos, políticos y religiosos como el propio gobernador, Pablo Lemus Navarro y el cardenal en Guadalajara, José Francisco Robles Ortega.
Lemus no emitió ninguna opinión, ni a favor ni en contra, prefirió hablar de los 175 años de la muerte de Mariano Otero e irse de gira a El Grullo (al menos así aparecieron publicaciones en sus redes sociales), mientras que el prelado, el Cardenal, justificó el no haber promocionado entre los feligreses esta elección -como lo hace el Arzobispado en otros proceso-, porque no era para elegir a gobernantes.
“Como no era una elección de tipo partidista, sino de otra índole, la elección de los jueces, etcétera, yo no emití ningún comunicado motivando o desalentando, desacreditando. Yo lo dejé al libre albedrío y a la madurez de la ciudadanía y de la feligresía”.
Robles Ortega dijo que como ya todo estaba “planchado”, por ello consideró que la gente no salió a votar.
“Todo parecía ser que el proceso era con miras no a la elección, sino a la toma de posesión de parte del partido en el gobierno. No para elegir, sino para posicionarse”. “Eso la gente lo percibe, la gente lo notó y yo creo que desde antes sí había ese desánimo, ese desaliento, ese cuestionar o crítica al proceso. De cómo se esté llevando o qué resultados tendrá más o menos lo sabemos, porque todo parece indicar que ya está todo, como se dice coloquialmente, planchado”.