Redacción Revista CG
Martes 09 de diciembre de 2025.- En la tierra de las pitayas, sucedió algo difícil de creer. Un estafador que marcó por teléfono a la Comandancia, en nombre de la Contraloría municipal, les exigió -por un supuesto adeudo del alcalde- depositar de manera electrónica 170 mil pesos a una cuenta no oficial y no identificada, así como enviar en taxi hacia Zapopan, nueve armas, las cuales fueron enviadas pero interceptadas casi inmediatamente por tripulantes de otro auto, en el rumbo de Zacoalco de Torres. El mandato fue llevado a cabo al pie de la letra por policías de esa corporación municipal -sin corroborar si era cierto o no el argumento-, cayendo así de manera ingenua en una extorsión.
El escándalo llegó a tal nivel que tuvo que entrar en acción la Policía del Estado y las fuerzas federales para hacerse cargo de esa comisaría este lunes y tomar el mando, luego de que un solo estafador dejó a la gendarmería de Techaluta sin lana y sin armas por más de 24 horas, ya que después fueron localizadas este martes en un pastizal, en un tramo de la carretera Guadalajara-Ciudad Guzmán.

El propio alcalde tuvo que salir a aclarar que la versión de un supuesto adeudo detectado por la Contraloría era en verdad una soberana estafa.
Incluso por este hecho, dos policías y el presunto taxista que habría trasladado las armas, se encuentran ya detenidos y son investigados.
De resultar cierto que los delincuentes se atrevieron a estafar a la propia corporación de seguridad de Techaluta, el tema realmente es de dar risa.

