Redacción Revista CG
Miércoles 09 de abril de 2025.- Ernesto Fonseca Carrillo, mejor conocido como “Don Neto”, uno de los fundadores en los 80’s del extinto Cártel de Guadalajara junto al ahora extraditado a Estados Unidos, Rafael Caro Quintero, recuperó su libertad luego de cumplir una sentencia de 40 años por su participación en el secuestro y asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, en 1985.
Fuentes del gabinete de seguridad federal confirmaron que el histórico capo concluyó su condena el pasado domingo, desde su residencia en el fraccionamiento Hacienda Valle Escondido, en Atizapán, Estado de México. Ahí permanecía bajo arresto domiciliario desde 2016, tras obtener un amparo por su edad avanzada y problemas de salud.
De acuerdo con su hija, Yoanna Fonseca, su padre enfrentaba varias enfermedades crónicas y, por entonces, ya tenía 86 años. Fue así que fue trasladado del penal federal de Puente Grande a un domicilio privado, donde se le colocó un brazalete electrónico y estuvo vigilado por un sistema de cámaras y agentes asignados a su custodia.
Historia de un capo
Nacido el 1 de agosto de 1930 en Badiraguato, Sinaloa, Fonseca Carrillo es considerado uno de los principales iniciadores del narcotráfico en México. Junto a Miguel Ángel Félix Gallardo y Rafael Caro Quintero, lideró el Cártel de Guadalajara durante los años 70 y 80, dominando el tráfico de marihuana y amapola en el Triángulo Dorado.
Fue detenido en abril de 1985, en Puerto Vallarta, tras el asesinato de Camarena. Pasó por centros penitenciarios como el Reclusorio Norte, el penal del Altiplano y Puente Grande, hasta que en 2016 comenzó su reclusión domiciliaria.
Hoy, a sus 94 años, Fonseca Carrillo cierra un ciclo que marcó una de las etapas más violentas y controvertidas del narcotráfico en el país, dejando atrás una condena que lo mantuvo cuatro décadas bajo custodia del Estado mexicano.
“Don Neto” evitó la extradición hacia Estados Unidos gracias a la intervención del gobierno de Enrique Peña Nieto, quien le negó a aquel país la entrega con el argumento de que aquí ya cumplía la pena por el asesinato del exagente de la DEA.